Conductor utilizó ChatGPT para planificar ataque, revelan las autoridades

El nuevo año apenas comenzaba, pero la tecnología ya había tomado un lugar central en un trágico evento que conmocionó a muchos.

Justo afuera del Trump International Hotel en Las Vegas, una Tesla Cybertruck explotó, dejando un muerto y siete personas con lesiones menores. El devastador incidente, confirmado por el sheriff de Las Vegas, Kevin McMahill, ha generado discusiones sobre el papel de la inteligencia artificial y sus implicaciones más oscuras en el mundo actual.

El Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas informó que la batea del camión contenía una alarmante mezcla de bidones de gasolina, combustible de camping y grandes morteros de fuegos artificiales. Las autoridades creen que estos materiales estaban conectados a un sistema de detonación controlado por el conductor, quien al parecer planeó meticulosamente el ataque. La combinación de materiales dibuja un panorama escalofriante de un acto calculado y premeditado.

El conductor, identificado como Matthew Livelsberger, de 37 años, era un soldado en servicio activo del Ejército de los Estados Unidos. Los investigadores encontraron un”.posible manifiest”. guardado en su teléfono, junto con correos electrónicos enviados a un podcaster y otros documentos que detallaban sus intenciones. Imágenes de vigilancia revelaron que estaba preparando la explosión al verter combustible al camión en una parada antes de dirigirse al hotel. Sin embargo, los oficiales confirmaron que Livelsberger no tenía antecedentes penales previos y no estaba bajo vigilancia en el momento del incidente.

Una revelación llamó significativamente la atención del público: Livelsberger había utilizado ChatGPT para ayudar en sus planes. Las fuerzas del orden informaron que consultó la herramienta de inteligencia artificial para obtener información sobre cómo ensamblar explosivos, calcular la velocidad a la que se debía disparar un proyectil para detonar los materiales y entender qué vacíos legales podrían permitirle adquirir los componentes. El sheriff McMahill abordó este inquietante desarrollo diciendo: “Sabíamos que la IA iba a cambiar el juego para todos nosotros en algún momento de nuestras vidas. Creo que este es el primer incidente que conozco en suelo estadounidense donde se utiliza ChatGPT para ayudar a un individuo a construir un dispositivo en particular.”

Trágicamente, la vida de Livelsberger terminó en la escena con una herida de bala autoinfligida. Las autoridades identificaron su cuerpo a través de ADN y tatuajes debido a las extensas quemaduras que sufrió en la explosión.

OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, respondió al incidente con una declaración expresando su pesar y enfatizando su compromiso con el uso responsable de la IA. “Nuestros modelos están diseñados para rechazar instrucciones dañinas y minimizar contenido nocivo. En este caso, ChatGPT respondió con información ya disponible públicamente en Internet y proporcionó advertencias contra actividades dañinas o ilegales”, decía la declaración. OpenAI también confirmó su colaboración con las autoridades en la investigación en curso.

La explosión en sí fue descrita como una deflagración, una reacción más lenta y menos destructiva en comparación con una detonación de alto explosivo. Los investigadores sospechan que el fogonazo de un disparo pudo haber encendido vapores de combustible o las mechas de los fuegos artificiales en el camión, desencadenando una reacción en cadena. Sin embargo, no se han descartado otras posibilidades, como un cortocircuito eléctrico.

La explosión en Las Vegas es un sombrío recordatorio de la doble naturaleza de la tecnología. Si bien la IA tiene un enorme potencial, sus aplicaciones más oscuras están forzando a la sociedad a considerar cómo prevenir este tipo de tragedias en el futuro.

(Foto por Unsplash)

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